Si pretendemos que una puerta se cierre sola, un muelle de retención o cierrapuertas es la mejor alternativa. Se trata de la solución ideal en portales de comunidades de vecinos u oficinas. Estos mecanismos garantizan la comodidad, aunque se requiere algo más de fuerza a la hora de abrir.

De acuerdo a cerrajeros que han trabajado con otros sistemas de cierre, los muelles cierrapuertas son dispositivos de fijación mecánica, que amortiguan los cierres y ayudan a conservar, durante más tiempo, las puertas y accesorios.

Al abrir, el sistema pliega el brazo. Cuando la puerta se cierra, éste se introduce con la polea en el gancho, amortiguándose el cierre.

Características y ventajas de los muelles cierrapuertas

Tipos de Cierrapuertas

Cierra puertas Hidráulico

Los más utilizados y comunes, simples y efectivos funcionan con un pistón hidráulico y aceite.

De suelo

Se instala en la parte del suelo, muy útiles en puertas de cristal y madera.

Tipo brazo

Se instalan en el marco lateral de la puerta, son más pequeños y discretos.

Eléctricos

Gracias a un motor funciona ejerciendo presión para que la puerta cierre.

Muelles para cerrar puertas

También ejercen presión para que la puerta se cierre.

Ventajas de los muelles cierrapuertas

  • Expertos que han trabajado con Cerraduras Inceca comentan que los frenos retenedores evitan que nos levantemos constantemente para cerrar la puerta y logran eludir los molestos portazos.
  • El mecanismo mantiene totalmente atrancada la puerta, circunstancia que redunda en un ahorro de energía, al disminuirse las fugas y las corrientes de aire. Por ello, son de gran utilidad en áreas climatizadas.
  • La seguridad es otra de las grandes ventajas de los muelles o frenos de retención, de esa forma los cierrapuertas instalados en portales de comunidades impiden el acceso de personas ajenas a los edificios, debido a los mecanismos automáticos que imposibilitan la apertura desde la calle.

Características de la Instalación

  • Aunque la instalación de un freno retenedor parece simple, puede acarrear ciertas complicaciones, no en vano, es posible que aparezcan desajustes entre las uniones de la hoja, las bisagras y el marco.
  • En otras ocasiones, no se adquiere el muelle idóneo y resulta corto o demasiado largo, un cerrajero profesional le dará la garantía y le ofrecerá un acabado de calidad acorde con sus necesidades, solventando los posibles inconvenientes que puedan darse durante la instalación.
  • Para du instalación se deben hacer unos agujeros guía con el taladro, para ello debe emplearse una plantilla y la bronca adecuada para el material de la puerta (hierro, aluminio, madera).
  • Acto seguido, el cerrajero presenta el soporte del brazo en el marco, con el fin de fijar la posición. Si es preciso, deberá efectuar algún rebaje en la jamba, para procurar una correcta colocación.
  • A continuación, se procede a instalar la base del mecanismo en la hoja, empleando unos tirafondos. Después, se inserta el brazo en la correspondiente pieza de sujeción y se atornilla.
  • El siguiente paso consiste en unir el brazo al cuerpo del cierrapuertas con una llave fija.
  • La instalación concluye con la colocación de las carcasas de protección
  • Los cierrapuertas disponen de unos tornillos, que sirven para graduar la velocidad de cierre de la hoja. Suelen situarse en los laterales del cuerpo principal del freno retenedor.
  • Estos muelles son, por tanto, una excelente y cómoda solución que evita portazos, ayuda a ahorrar energía y protege locales y viviendas.